Qué hace el Psicólogo
Muchos nos preguntan en MSG psicología… Pero tú, ¿qué hace el psicólogo exactamente?.
No es que lo que vemos en el video sea estrictamente así, pero sí es bastante descriptivo de la esencia de nuestro trabajo.
Muchos nos preguntan en MSG psicología… Pero tú, ¿qué hace el psicólogo exactamente?.
No es que lo que vemos en el video sea estrictamente así, pero sí es bastante descriptivo de la esencia de nuestro trabajo.
Hoy hablaremos un poco de terapia de pareja desde MSG psicólogos. En nuestra estrategia de intervención ante los problemas de relación de pareja otro de los objetivos conductuales a tener en cuenta después y al mismo tiempo de trabajar las habilidades de comunicación y mejorar la capacidad de resolver conflictos y de negociar, es el manejo de los estímulos. Planificar el tiempo libre, controlar los sucesos y/o contingencias que puedan aparecer en la vida de una pareja, controlar ciertas conductas…son aspectos sobre los que actuar puesto que pueden ser fuente de conflictos. Sobre cómo hacerlo es el tema que trataremos en éste artículo.
1. Control de contingencias específicas
Es evidente que a lo largo de la vida en común de la pareja suceden o van a suceder contingencias varias (como el nacimiento de un hijo, enfermedades, desempleo, etc.…) que pueden constituir desencadenantes y/o agravantes de los conflictos en la pareja. Evidentemente muchos de ellos no son responsabilidad de los miembros de la pareja (como una enfermedad, por ej.) y por tanto no puede ser controlada su aparición ni modificada por nosotros. Pero sobre lo que sí podemos intervenir es sobre la manera en que la pareja responde a estos acontecimientos y los enfrenta como unidad.
Saber analizar y buscar soluciones a los problemas después de que se dé una buena comunicación por ambas partes es algo fundamental. Pero en ocasiones se queda corto cuando además es necesario poseer y/o conocer los recursos técnicos necesarios para implementar las soluciones a probar. Imaginémonos que el comportamiento de los hijos es una fuente de conflicto y problemas en la pareja.
Es posible que ambos hayan mejorado su capacidad de comunicación y sean capaces de analizar el problema y de indagar posibles soluciones pero si no tienen las herramientas para resolver, por ej., problemas con la alimentación, enuresis, rabietas, etc.…,les va a resultar imposible enfrentar el problema. Para entendernos, es como si supiéramos que para llegar a la otra orilla hemos de nadar, pero no sabemos cómo.
Aquí nuestra labor estaría tanto en “enseñarles a nadar”, como en (si es necesario) “pasarles en barca”. Es decir , poner en marcha acciones que faciliten los recursos necesarios para neutralizar en la medida de lo posible las fuentes de estrés que interfieran en la vida de la pareja (por ej. ayudarles a solicitar becas, ayudas familiares, comedores infantiles…). En muchas de estas ocasiones, es necesario derivar a la pareja a otros profesionales (asistentes sociales, pediatras, etc.….) que puedan ayudarles con la contingencia específica de que se trate.
En el anterior artículo hemos visto como se trabajan las Habilidades de Comunicación en la Terapia de Pareja, pero como ya vimos son muchos los aspectos que intentamos abordar en el proceso de intervención cuando la relación de pareja va mal. Para ello, la resolución de problemas y la negociación son partes vitales para que todo vuelva a su cauce.
Poseer Habilidades para resolver problemas y habilidades de negociación es otro de los aspectos de la relación que se analizan y se trabajan con la pareja si es necesario.
Es evidente que para resolver los problemas, primero tenemos que ser capaces de identificarlos y saber escuchar y expresar, en definitiva, tener habilidades de comunicación. Ello no significa que en la terapia se trabajen encasilladamente cada uno de los aspectos por estricto orden, más bien se aprovechan las situaciones conflictivas que plantean las parejas para ir entrenando aquellos aspectos disfuncionales basándonos en la concreción del momento, lo que da mayor valor ejemplarizante al entrenamiento y el aprendizaje de las nuevas conductas es mejor asimilado puesto que tiene una aplicación práctica.
No obstante en lo que respecta a la resolución de problemas el entrenamiento sí que se realiza de una forma más estructurada, puesto que se establece con la pareja el momento , la duración y el lugar en que se llevaran a cabo la discusión y negociación de algunos de los problemas que tengan pendientes de resolver y que suelen ser motivo de conflictos.
En un primer momento se ensaya en la consulta, con el terapeuta, sobre algún problema escogido por la pareja, de forma que la discusión se produzca en un medio controlado. Posteriormente se les pide que elijan dos o tres temas problemáticos para practicar en casa. Evidentemente los asuntos que escojan para estos ensayos sin supervisión serán de conflictividad baja, de modo que puedan controlarlos y se refuercen con su resolución.
Para facilitarles la tarea se les indican unas pautas que deben tener en cuenta para el éxito de la misma. En primer lugar tener claro que existen dos fases en el proceso de discusión de un problema: una fase de definición y una fase de solución del problema. En ambas hay que seguir unas pautas básicas que ya se han explicado al hablar de las habilidades de comunicación.
Hablemos de la psicología positiva desde el punto de vista de MSG psicólogos. “Quiérete”,…”si quieres puedes”…, “la felicidad es solo responsabilidad tuya”…, y muchas más frases por el estilo, se repiten de forma constante entre profesionales y legos de la psicología, el coaching y las terapias alternativas como si fueran “mantras” con cuya sola invocación consiguiéramos alejar los problemas de nuestra vida.
Responsable en gran medida de ésta proliferación de positividad y libros de autoayuda es la Psicología Positiva.
La Psicología Positiva, surgió como una alternativa a aquellas otras corrientes de la psicología que se centraban más en llegar al fondo de los problemas psicológicos, buscando los orígenes incluso en los momentos intrauterinos de la persona (como ocurre con el psicoanálisis) y empleaban procesos terapéuticos que se alargaban prácticamente durante toda la vida del sujeto. Esto prolongaba la resolución de los problemas y provocaba el rechazo de gran parte de la población que experimentaba las terapias psicológicas como algo ineficaz y cuyo objetivo ultimo era mantener al paciente “eternamente” en la terapia. Ante esto empezaron a surgir alternativas más centradas en la resolución de los problemas que en su origen, y que permitían una rápida mejora de los pacientes y daban una sensación de eficacia mayor.
Cuando la pareja acude a consulta por primera vez, en MSG psicólogos, evaluamos el problema en base a las versiones que ambos, cada uno por su lado, ofrecen sobre la relación y lo que consideran que va mal. Pero lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones estas valoraciones que cada uno realiza son inexactas, mediatizadas por emociones y percepciones algunas veces poco ajustadas a la realidad; y que debemos tener en cuenta, por tanto, en su justa medida.
Una vez se les explica los requisitos necesarios para emprender la terapia, se consigue su implicación y que comprendan de qué forma son causa y efecto del problema, iniciamos una fase de evaluación más “operativa”. Es decir, se intenta identificar el problema de una forma más objetiva, basándonos en datos concretos y por lo tanto sobre los que podamos trabajar de forma efectiva.
La forma de recabar la información necesaria se lleva a cabo (como en cualquier otro proceso de psicodiagnóstico, por otra parte) a través de entrevistas con ambos miembros de la pareja por separado y conjuntamente. De ésta forma no solo obtenemos información a través de lo que nos dicen sino con la observación sobre la forma en que interactúan en general y en temas concretos en particular (por ej. recordamos el caso de una pareja donde surgía una gran agresividad al hablar de la hermana de él). La observación es uno de los métodos de evaluación más importantes en ésta terapia, pero también lo son los cuestionarios que deben
Hoy, en este nuevo artículo de MSG psicólogos, vamos a explicar un poco qué es ser psicólogo. Todos los que siguen nuestra página web, saben que uno de nuestros objetivos es responder a aquellas preguntas que la Psicología y todo lo que la rodea suscita en aquellos curiosos y/o interesados en el tema. Porque como ya hemos comentado a pesar de que hoy en día la Psicología es una ciencia conocida, aun quedan muchas creencias sobre ésta profesión que nada tienen que ver con la realidad. Una de ellas es aquella que supone que por el hecho de ser psicólogos, las personas que tenemos tal profesión no tenemos problemas ni sufrimientos psicológicos de ningún tipo.
Aún recuerdo días después de fallecer mi madre como muchos de los que se acercaban a mostrarme sus condolencias lo acompañaban con el comentario de “bueno, menos mal que tu como eres psicóloga…”, a lo que solía responder… “¿qué?”… o no respondía nada. Porque todavía me parece increíble que haya quien piense que por el hecho de conocer los procesos psicológicos y la mente humana, no se sufra, se tengan emociones y/o dolor ante situaciones difíciles. ¿Alguien supone que un médico por el hecho de serlo no va a enfermar nunca?…pues es lo mismo.