Tengo ansiedad… ¿Qué puedo hacer?
La ansiedad es una respuesta innata del ser humano que se desencadena cuando una situación se interpreta como amenazante de alguna manera. En ese momento el cerebro ordena al cuerpo que se prepare para actuar: bien sea blandir un tronco como arma (si la amenaza nos provoca ira), o bien salir corriendo (si nos provoca miedo). En cualquier caso se producen una serie de descargas de hormonas y neurotransmisores al torrente sanguíneo dirigidos a activar el organismo para la respuesta.
Cuando esa preparación se utiliza la respuesta de ansiedad resulta útil y adecuada, pero cuando no lo hacemos porque la situación no es una amenaza real (aunque sí percibida) la energía que se supone hemos de descargar, se acumula en el organismo generando síntomas psicofisiológicos muy molestos. Es decir, tener ansiedad es natural. No lo es tenerla en situaciones que objetivamente no suponen un peligro porque esto es lo que la convierte en un problema.
La ansiedad es el trastorno más frecuente en todo el mundo. Según la OMS, afecta a más de 264 millones de personas. Quien sufre de trastorno de ansiedad, sabe lo mal que se puede llegar a pasar. Los síntomas a veces son tan intensos que la persona puede creer que sufre un ataque cardíaco o algún problema físico que comprometa su vida. Pero esto es solo una percepción: la ansiedad no mata y además se puede aprender a controlarla, a gestionarla.
¿Cómo hacerlo? A continuación te damos algunos tips que te pueden servir de ayuda.
¿Qué hacer si tengo ansiedad?
Hay personas que sufren ansiedad como reacción puntual frente a situaciones que viven como amenazantes. Sin embargo, para otras es un trastorno crónico y que afecta a su día a día.
Llegados a este punto, es importante buscar ayuda profesional para aprender a manejarla ya que puede ser desencadenante y generadora de muchos problemas físicos ( colon irritable, problemas de digestión, úlceras estomacales, dolores de cabeza…) y ser la causa de tener una menor calidad de vida.
¿Qué hacer si se está pasando por esta situación?
- Identificar los signos y síntomas de la ansiedad: lo primero que hay que hacer, es tener claro que se trata de ansiedad. La sensación continua de nerviosismo, de peligro inminente, los sudores, temblores, palpitaciones, respiración rápida, sensación de falta de aire y dificultad para concentrarse (entre muchos otros), pueden ser algunos de los signos característicos que nos indiquen que nos encontramos ante una respuesta de ansiedad.
- Buscar ayuda: si los anteriores síntomas te resultan familiares, es importante buscar ayuda. Se puede comenzar hablando con tu médico de cabecera o un profesional de la salud mental, para así poder fijar un tratamiento que se adapte a tus necesidades. El tratamiento ideal debe incluir terapia, medicación o una combinación de ambas, según el paciente.
- Aprender técnicas para manejar la ansiedad: en la actualidad existen varias técnicas de manejo de la ansiedad que puedes practicar en casa. Por ejemplo, técnicas de respiración, meditación, ejercicio, yoga e incluso técnicas de relajación muscular progresiva. Tu psicólogo te indicará la más adecuada.
- Buscar el desencadenante de la ansiedad en cada caso: esto no siempre es fácil, pero es muy importante porque sólo si se sabe dónde está el origen de los problemas de ansiedad, se podrán realizar cambios en el estilo de vida que permitan manejarla de forma adecuada. En algunos casos, puede tener que ver con el descontento en el trabajo, con la autoestima, con el miedo al fracaso o el rechazo, entre otros.
- Llevar un estilo de vida más saludable: seguir buenas prácticas de autocuidado también puede ayudar a aliviar la ansiedad y a sentirnos mejor. Por ejemplo, comer bien, dormir al menos 7 horas diarias, reducir el consumo de alcohol y cafeína, hacer ejercicio y ocupar nuestro ocio en tareas gratificantes favorecerá que se descargue la tensión, se mejore la autoestima y la autopercepción de una buena capacidad para afrontar las situaciones y se disminuya el nivel de ansiedad.
La prevención también es clave; ya que atajar la respuesta de ansiedad al inicio, antes de que la intensidad sea tan importante que sea incontrolable permite manejarla mejor.
Ahora que sabes cómo identificarla, manejarla, y que es posible superarla…¿Hablamos?