Cuando el optimismo no es suficiente
Un joven de 20 años ha muerto a consecuencia de la leucemia que sufría hacía 2 o 3 años. Su caso no es especial. Hay muchos como él. Lo que lo hace especial es que ha retransmitido todo el proceso de su enfermedad a través de las redes sociales y ha utilizado ésta plataforma y la de los medios de comunicación para pedir que los que no estamos enfermos hagamos algo por los que sí lo están, donando médula. Desde su muerte los medios nos bombardean con titulares y expresiones como “un gran luchador”, “fuerte”, “positivo”, “le ha vencido la enfermedad”, etc. Y es que, a veces, el optimismo no es suficiente y hay que afrontarlo.
Uno de los programas que están en marcha en nuestra consulta es un programa específico para enfermos de cáncer y sus familias.
El cáncer es cada vez más frecuente. 1 de cada 3 hombres y 1 de cada 4 mujeres lo sufrirán a lo largo de su vida. Las necesidades de investigación sobre el tema son evidentes tanto por el nº de personas afectadas de una u otra manera (en el cáncer no solo el enfermo es el afectado, la familia y allegados también lo sufren ), como por el sufrimiento físico y psicológico que acompaña a lo largo de todo el proceso al paciente. Y como consideramos que la familia se encuentra tan pérdida, desorientada y angustiada a veces incluso más que el propio enfermo