Cómo prepararse para la muerte de un ser querido
La muerte de un ser querido es un momento muy doloroso por el que tarde o
temprano vamos a pasar todos. Esta pérdida se encajará de distinta forma según
cómo se produzca el óbito (si se trata de una larga enfermedad, o si es algo repentino
e inesperado). Pero, ¿se puede estar preparado para la muerte de un ser querido?.
Podemos decir que hay formas de prepararse y afrontarlo.
¿Cómo puedo prepararme para la muerte de un ser querido?
Primero de todo, es inevitable que todos pasemos por esta experiencia en algún
momento de nuestras vidas. Pero la realidad es que existen formas de prepararse para
ello y de poder afrontarlo de una forma más efectiva y adaptativa. ¿Cómo hacerlo?
● Aceptar la realidad: lo primero que se debe hacer para prepararse para el
fallecimiento de una persona, es aceptar la realidad. Cuanto más tiempo se
tarde en aceptarlo, más intenso será el dolor y más prolongado en el tiempo
Así, por ej. ante un diagnóstico que compromete la esperanza de vida de
nuestro ser querido, cuanto antes lo aceptemos antes empezaremos a pasar el
proceso de duelo.
● Hablar sobre la muerte con nuestro ser querido antes de que suceda: no es
lo mismo cuando se trata de una persona que está enferma y que tiene un mal
diagnóstico, que cuando es una muerte completamente inesperada. En el
primer caso, se pasan fases del duelo en vida ( duelo anticipado) que muchas
veces no se sabe cómo gestionar. En la mayoría de las ocasiones se instala lo
que llamamos “la conspiración del silencio” donde el enfermo no habla
abiertamente por temor a hacer daño a sus allegados y estos tampoco lo hacen
por la misma razón. Pero compartir emociones por una y otra parte es positivo
y dará a todos la posibilidad de ventilar sentimientos y “no quedar nada en el
tintero”, nada por decir. A posteriori, esta forma de abordar la situación
favorecerá que el proceso de duelo sea más fluido y menos doloroso.
● Hablar con un profesional de la salud mental: durante el proceso de pérdida
de un ser querido, es totalmente normal caer en la tristeza y tener
pensamientos negativos o que no se vea “la luz al final del túnel”. Cuando los sentimientos de ansiedad y tristeza son demasiado intensos, prolongados en el
tiempo e interfieren en el desarrollo de nuestro día a día cotidiano, es
recomendable ponerse en manos de un profesional de la salud mental. Desde
nuestra formación y experiencia en el tratamiento del duelo, podemos
proporcionar herramientas y estrategias para hacer frente a la pérdida y que
se puedan procesar las emociones de una manera óptima y adaptada.
● Hacer algo bonito por esa persona: a veces, organizar un encuentro para
conmemorar su memoria( por ej., una fiesta o quedada con amigos y familia,
hablando de lo especial y única que era esa persona), o hacer algo que a él/ella
le hubiera gustado (ayudar a alguna asociación, o viajar a determinado lugar…)
puede ser una forma de ayudarnos a ventilar nuestras emociones y, por tanto,
a procesar su marcha.
No es fácil estar preparado para la muerte de un ser querido, porque esta no siempre
avisa y cada caso es un mundo. No olvidarlo nos ayudaría a ser conscientes del regalo
que supone la vida y el disfrutar de las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Vivir cada día como si fuera el último nos permitiría hacerlo más intensamente pero,
seamos sinceros, ¿quien lo hace?. En realidad, vivimos como si la vida fuera a ser
para siempre y esas personas que nos importan fueran a estar junto a nosotros
indefinidamente porque no podemos tener presente de forma continua la muerte.
Pero sí debemos ser más conscientes de que llegará y, en la medida de lo posible,
prepararnos para las despedidas. Si quieres saber cómo hacerlo…¿Hablamos?