La llegada de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han puesto a nuestro alcance en un golpe de clic millones de definiciones, miles de recetas de cocina, mapas que nos permiten llegar a nuestro destino e incluso redes de contactos para nuestro trabajo u ocio. Conocer otros países y otras culturas sin movernos de casa es posible, y podemos saber lo que ocurre en la otra punta del mundo de forma inmediata y en tiempo real. Analicemos un poco este tema desde MSG psicólogos.
Hoy mas que nunca podemos hablar de un mundo globalizado y todo ello gracias a la tecnología que ha hecho posible lo que, hace no tantos años era difícilmente imaginable.
Esa “explosión tecnológica” que en relativamente poco tiempo ha surgido y se ha desarrollado a una velocidad vertiginosa, ha supuesto un gran cambio en la forma de desarrollar nuestras vidas. Ha cambiado nuestra forma de trabajar, de estudiar, de relacionarnos…Ha “abierto” el abanico de nuestro campo de acción, nuestra red relacional. Y todo ello para bien y para mal.
Muchas patologías psicológicas (y pre-patologías) han encontrado en las TIC una posibilidad maravillosa para desarrollar y alimentar sus sintomatologías, debido a las peculiares características de las mismas, en especial a su capacidad de difusión y de llegar a prácticamente cualquier rincón de la geografía, y a la “protección” y, porque no decirlo, el “morbo” que proporciona el anonimato con que se puede transitar en su uso. Y así, los pedófilos y pederastas han encontrado una forma de entrar en los propios hogares de sus pequeñas víctimas amparados por el anonimato y la seguridad (afortunadamente relativa, gracias a los cuerpos especializados de las fuerzas de seguridad) de estar al otro lado de una pantalla para manipular, amedrentar y satisfacer sus necesidades.
Los niños y adolescentes con personalidad acosadora, se sirven de las TIC para zaherir y acosar a sus victimas aprovechando además la difusión y perseverancia que adquieren sus abusos que pueden mantenerse en las redes durante años, provocando un daño reiterado en las victimas que sufren graves consecuencias derivadas de estas especiales características añadidas al acoso.
Los extorsionadores encuentran en las TIC un medio excepcional para hacerse con material sensible que luego utilizan para conseguir de sus victimas que hagan aquello que les exigen a cambio de no hacerlo público o difundirlo. Y así podríamos mencionar numerosas actuaciones delictivas o rayanas en el delito que se desarrollan al amparo de las peculiares características de las TIC.
Con esto no pretendemos “criminalizar” la herramienta que, por otro lado, ha supuesto el mayor cambio comunicativo y relacional en la historia de la humanidad desde que el hombre descubrió que podía ayudarse de instrumentos para su actividad. Todo lo contrario. Nos asombra lo alcanzado hasta ahora y aún más, lo que se vislumbra para un futuro más o menos inmediato. Pero, precisamente por el gran cambio que ha supuesto, el uso inadecuado de las TIC es una fuente generadora de múltiples problemas.
Como con la mayoría de las cosas, no es un problema que no pueda solucionarse con educación. Saber utilizar las TIC, conocer la forma de protegernos y proteger a nuestros hijos, y explicarles a estos lo que deben y no deben hacer al utilizarlas para evitar consecuencias nefastas, es la única forma de tener cierta garantía de que su uso nos servirá de ayuda y no de problema. Y decimos “cierta”, porque la realidad es que en éste ámbito los cambios son tan rápidos que para muchos es difícil adaptar el paso a los avances. Cada día surgen nuevas apps, nuevos servicios en nuestros Smartphone y tabletas…y es prácticamente imposible “chequear” cada nuevo elemento en tiempo real a no ser que nos dediquemos profesionalmente a ello.
De ahí que nos sintamos tan perdidos en éstas lides. Para muchos es más sencillo “liarse la manta a la cabeza” y confiar en que no va a pasar nada desagradable….Vale, es una opción. Pero, ¿esa opción es igual de válida cuando exponemos a los menores, a nuestros hijos?…
Seamos especialmente prudentes y exquisitos cuando se trate de ellos. E igual que nos preocupamos por su seguridad y les advertimos que no vayan con desconocidos, que no se dejen acompañar por extraños, etc. cuando salen del colegio, expliquémosles porque no deben colgar fotos en las redes sociales, ni facilitar información personal, ni hacer comentarios o actos acosatorios a través de internet…¡Ah!, ¡que nosotros mismos no sabemos porque no se debe hacer!. Pues formémonos e informémonos, porque es la única forma de proteger a nuestros hijos.
Desde aquí intentaremos aportar nuestro granito de arena, compartiendo información sobre el tema a través de distintos artículos.
Autor: Montserrat Sanz García
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