Hablemos de la psicología positiva desde el punto de vista de MSG psicólogos. “Quiérete”,…”si quieres puedes”…, “la felicidad es solo responsabilidad tuya”…, y  muchas más frases por el estilo, se repiten de forma constante entre profesionales y legos de la psicología, el coaching y  las terapias alternativas como si fueran “mantras” con cuya sola invocación consiguiéramos alejar los problemas de nuestra vida.

Responsable en gran medida de ésta proliferación de positividad y libros de autoayuda es la Psicología Positiva.

La Psicología Positiva, surgió como una alternativa a aquellas otras corrientes de la psicología que se centraban más en llegar al fondo de los problemas psicológicos, buscando los orígenes incluso en los momentos intrauterinos de la persona (como ocurre con el psicoanálisis) y empleaban procesos terapéuticos que se alargaban prácticamente durante toda la vida del sujeto. Esto prolongaba la resolución de los problemas y provocaba el rechazo de gran parte de la población que experimentaba las terapias psicológicas como algo ineficaz y cuyo objetivo ultimo era mantener al paciente “eternamente” en la terapia. Ante esto empezaron a surgir alternativas más centradas en la resolución de los problemas que en su origen, y que permitían una rápida mejora de los pacientes y daban una sensación de eficacia mayor.

Pero como todos los extremos son malos, ni aquel era práctico para los pacientes que resolvían sus problemas a largo plazo, ni éste es tan completo y eficaz como propone. Y es que la Psicología Positiva, habiendo aportado aspectos de gran valor a la forma de realizar las terapias, resulta incompleta en sus planteamientos y soluciones.

Cierto es, que cuando un paciente acude a la consulta buscando motivación y/o herramientas que le posibiliten emprender nuevos caminos en su vida, es posible que con centrarnos en la solución que busca, esto es motivarle, enseñarle como hacerlo por sí mismo y ofrecerle diferentes herramientas para su propósito, consigamos en un numero relativamente pequeño de sesiones cumplir los objetivos. Cuando una persona atraviesa una depresión psicológica, es evidente que aumentar la autoestima, la positividad, mandarse automensajes positivos y de autovaloración, influirá de forma importante y favorable en los estados de ánimo del paciente.

Pero imaginemos alguien que esté pasando por un duelo, alguien que haya perdido un esposo o un hijo…¿es posible decirle que solo con pensar en positivo resolverá su estado de ánimo?…Ni es posible, ni debe serlo. Es decir, hay sentimientos, emociones que por muy negativas que nos puedan parecer, es preciso vivenciar :

– Nos permite desarrollar estrategias de afrontamiento ante situaciones similares que sin duda van a aparecer en nuestra vida.

– Porque solo tras la experiencia de las emociones negativas, podemos ser capaces de valorar en su justa medida, las emociones positivas.

– Mantenernos siempre en la positividad puede ser contraproducente en muchas situaciones, por ejemplo a la hora de calcular riesgos en una situación o cuando la situación negativa se prolonga y mantiene en el tiempo…entonces la positividad llega un momento en que se muestra inhábil para afrontarla y como se suele decir “más dura resulta la caída”.

Somos muchos los psicólogos que venimos alertando del peligro de esta tendencia a sobredimensionar las cualidades y la efectividad de la Psicología Positiva. Hemos llegado al punto en que muchas personas con problemas creen que es suficiente con leer varios libros de autoayuda, para resolverlos, cuando en muchos casos, si no en todos, es necesaria la pericia de un profesional para evaluar, diagnosticar y plantear la intervención de una forma adecuada a cada caso.

Ante críticas y/o cuestionamiento como el que estamos presentando, muchos argumentan que no es sino el deseo de que las personas acudan al psicólogo y sigan “manteniendo el negocio” el que nos mueve a estas manifestaciones. Por poner un símil… es como si alguien que quiere adelgazar teniendo un problema de obesidad, cuando le recomiendan que acuda al endocrinólogo, respondiera que lo que quieren es enviarle a la consulta del médico.

Cada persona es un mundo y cada mundo tiene sus necesidades. Probablemente al que le sobren 3 kilos le resultará fácil bajarlos siguiendo los consejos del entrenador de moda…pero no servirá para el obeso… Pues eso ocurre con los libros de autoayuda y la sobresaturación de psicología positiva.

Querernos, pensar que podemos si nos lo proponemos y mirar el lado bueno de las cosas, nos ayuda a sentirnos mejor y a disfrutar de nuestra vida en sus pequeñas cosas. Pero hay que experimentar lo negativo cuando toca, aprender a enfrentarse a ello para salir más fuertes de la experiencia y para valorar lo positivo en su justa medida.

Con un fino sentido del humor y mucha ironía encontramos un texto de Antonio Carrillo donde de forma desenfadada refleja parte de lo dicho en éste artículo. http://elblogdetradux.blogspot.com.es/2012/07/el-animista.html . Os invitamos a leerlo…entendereis mejor lo que intentamos explicar aquí y cuanto menos os arrancará una sonrisa.

Autor: Montserrat Sanz García