En este artículo de MSG psicólogos, vamos a hablar de la asertividad. En la interacción personal, nuestras habilidades para comunicarnos adecuadamente son fundamentales para conseguir relaciones positivas y libres de conflictos. De todas las formas como podemos reaccionar en nuestra interacción con otra/s persona/s – agresivamente, inhibiéndonos o con asertividad – es ésta última la más adecuada porque nos permite comunicar nuestro mensaje a los demás (sea este positivo o negativo) de modo que estos no se sientan mal, ni la comunicación resulte ofensiva, molesta o apabullante.
¿QUÉ ES LA ASERTIVIDAD?
La asertividad se entiende como un estilo de comunicación que se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no-asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el que la persona ni agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que expresa sus convicciones y defiende sus derechos. Es aquel estilo de comunicación abierto a las opiniones ajenas, dándoles la misma importancia que a las propias. Parte del respeto hacia los demás y hacia uno mismo, aceptando que la postura de los demás no tiene por qué coincidir con la propia y evitando los conflictos sin por ello dejar de expresar lo que se quiere de forma directa, abierta y honesta.
TIPOS DE ASERTIVIDAD
Fundamentalmente existen dos tipos: oposición asertiva y aceptación asertiva.
En general, se consideran habilidades de oposición asertiva aquellas que se aplican a situaciones que requieren manejar conductas poco razonables de los demás. Una de las principales consecuencias de la oposición asertiva es la conservación de la autoestima.
De otro lado, la aceptación asertiva se relaciona con la capacidad para ofrecer y recibir reconocimiento y cumplidos. Estas habilidades se inhiben con demasiada frecuencia olvidando las ventajas que comportan. Debe tenerse en cuenta que ofrecer reconocimiento y cumplidos ante la conducta adecuada o gratificante del otro, aumenta la probabilidad de que la repita en un futuro.
Estas habilidades permiten aumentar la autoestima tanto del emisor como del receptor al mostrar aceptación y afecto hacia los demás, y en definitiva, facilitan la relación de confianza aumentando la satisfacción mutua. Ayudan a establecer relaciones positivas con los demás.
DEFINICIONES CONDUCTUALES DE LOS COMPONENTES DE LA ASERTIVIDAD
– Componentes de la oposición asertiva
Los componentes no verbales son comunes a todo tipo de respuesta (tanto de oposición como de aceptación asertiva). A continuación se expone cómo utilizarlos:
A continuación se describen los componentes verbales:
– Componentes de la aceptación asertiva:
La aceptación asertiva es la habilidad para transmitir calidez y expresar cumplidos u opiniones a los demás cuando su comportamiento positivo lo justifica.
Los componentes no verbales a la hora de llevar a cabo una respuesta de aceptación positiva, son los mismos que para la respuesta de oposición.
En cuanto a los componentes verbales, incluyen: Expresiones de aprecio y elogio (declaraciones verbales que indican aprecio o elogio de la buena conducta del interlocutor. Por Ej. siguiendo con el caso anterior, supongamos que la modificación de conducta se produce. Podríamos responder a nuestro compañero así:” Me doy cuenta de que las cosas han cambiado y no sabes como te lo agradezco…), y expresión de sentimientos personales (frases que indican los propios sentimientos positivos como consecuencia de la conducta del interlocutor: “me siento mucho más relajado y a gusto en el trabajo, ahora que no estoy tan presionado”…).
Tanto en el caso de la oposición como en el de la aceptación asertiva uno de los elementos más significativos es que en nuestro comportamiento comunicativo, incluimos la expresión de sentimientos. Esto es, hacemos partícipe a nuestro interlocutor de cómo nos sentimos ante su comportamiento. Esto ayuda a que el otro sea capaz de empatizar con nosotros y por tanto de entender mejor los efectos de su conducta, y le da pistas sobre cómo modificarla si es que es ese el objetivo. De cualquier manera el comportamiento asertivo, ayuda a que la comunicación sea mejor, más fluida y por tanto la relación con los que nos rodean lo sea también.
Como cualquier otra habilidad, la asertividad es fruto del aprendizaje; por lo que si carecemos de ella podemos emprender estrategias de entrenamiento que resultan muy efectivas y relativamente sencillas de abordar y que veremos someramente en otro artículo.
Autor: Montserrat Sanz García
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